El artista presentará este sábado 21 de octubre sus obras más recientes y contará detalles sobre cuáles fueron las principales dificultades a la hora de plasmar y crear los diferentes personajes.
El ilustrador gráfico, Keco Olano, estará en la FIL Cali, junto con su compañera Heidi Muskus presentando su trilogía Misterio. Además, también estrenarán ‘El último día sobre la tierra’, una saga que consta de 10 cómics.
“Para el proceso de elaboración de estos proyectos fuimos muy rigurosos en el arte conceptual y nos dividimos en departamentos de trabajo. Por un lado estaban quienes generan las maquetas digitales, toda la construcción de los espacios y de las ciudades como tal”, explicó el ilustrador caleño, y agregó que también había un grupo que se encargaba del amplio inventario que hay de personajes y de darle credibilidad a todo este mundo.
“Nos gusta experimentar en las técnicas, como ir variando las relacionadas con la iluminación, colorido y textura ya que eso va enriqueciendo cada uno de los proyectos. Le va dando vitalidad y autenticidad. En todo este proceso nos hemos demorado seis años”, comentó este arquitecto egresado de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Según Keco, para la realización de estos diseños le gusta combinar diferentes técnicas. “Es verdad que uno cuando tiene la idea lo mejor es desarrollarla a partir de dibujos muy rápidos hechos a lápiz y, a medida que los vamos desarrollando, los vamos pasando a diferentes programas según la complejidad”.
Sobre el proceso para que cada vez las ilustraciones sean más reales ante la vista del lector, dijo que se inician a realizar las maquetas en tres dimensiones digitales, casi siempre al final del proceso. “Siempre hemos intentado perfeccionar la fusión entre la segunda y tercera dimensión, que los dos lenguajes coexistan en un mismo proyecto y que no haya manera de diferenciarlos, ese es el reto más grande que hemos tenido y cada día lo vamos fortaleciendo”, reveló.
Keco Olano ha sido docente en dibujo, expresión digital y diseño arquitectónico. Coautor de la novela gráfica ‘El taxista llama dos veces’. Ha publicado cómics en las revistas Larva, Klan-Destinos y Don Juan y ha participado y expuesto en varias ocasiones en Calicomix.
Dice que prefiere trabajar en el día. “Mis horarios van desde las 8:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. Creo que la luz me transmite un efecto psicológico muy diferente y me mantiene alerta”, contó, pero reconoció que trabajar en la noche le ayuda, en caso de hacerlo en tabletas, a tener un mejor contraste.
“De hecho, en mi primera novela gráfica llamada ‘El taxista llama dos veces’, la hice en la noche porque en el día trabajaba como arquitecto y en la noche, hasta altas horas, la diseñaba y terminaba”, recordó.
Para este reconocido ilustrador y arquitecto, todo buen cómic debe tener el equilibrio de dos aspectos fundamentales, que son, por un lado el ritmo y por otro el significado.
Lo que tiene que ver con el ritmo es ese aspecto que hace hipnotizar al lector, que el lector no pueda desprenderse de la historia hasta haberla terminado.
“Por otro lado, además del significado, es ese entre texto que hay oculto,es esa idea implícita que está allí, pero que hay que descubrirla a medida que uno va haciendo diferentes lecturas del cómic y cuando hay un equilibrio de esos dos aspectos, vamos a hacer una gran novela”, indicó este reconocido caleño.
Hace aproximadamente cinco años, Keco, junto con Heidi Muskus, fueron los encargados de llevar al cómic una de las obras más importantes del escritor colombiano Mario Mendoza, titulada ‘Satanás’ y estrenada originalmente en 2002.
“Hasta ahora el reto más complejo ha sido la adaptación de la novela ‘Satanás’ debido a que,a diferencia de los otros proyectos que eran guiones originales, aquí ya había una historia que estaba en el imaginario colectivo de los personajes y escenografías que uno, de alguna manera, tiene que invadir para hacer una propuesta diferente y no se debe sentir que ha sido una copia de la obra literaria. Allí los personajes tienen que tener una vida propia y por eso hay que arriesgar y apostar. Hay que ser un poco más radicales en la propuesta estética que uno va a hacer. Además, el mismo guión es muy duro, tiene unas escenas desgarradoras que a mí como ilustrador me afectan porque cuando uno está haciendo estas escenas casi que estamos encarnando a esos mismos personajes y por eso terminé bastante desgastado”, concluyó el artista.